CAPÍTULO 21
Llegaron a Forks a mediodía y Emmet paró en el
pequeño aparcamiento de la oficina del sheriff. Bella parecía menos contenta,
cuando se dio cuenta en dónde habían parado.
—Necesitamos decirle a Rosalie que está pasando,
para que busque a Jacob —explicó él—. Si lo ve, nos puede avisar. Protección
adicional.
— ¿Pero lo hará? —preguntó Bella suavemente,
mirándole—. ¿Nos lo va a decir?
La pregunta flotaba entre ellos.
—No veo por qué necesitamos implicarla —Edward dijo
lo que pensaba.
Emmet ignoró a Edward.
— ¿Confías en mí, cariño?
—Sabes que sí —contestó Bella—. Pero en ella, no.
—Entonces sabes que nunca haría algo que te ponga en
peligro.
Bella lo miró fijamente un largo momento, y asintió.
La satisfacción lo envolvió. Le alcanzó la mano y la
apretó.
—Vamos, no llevará más que un segundo.
Bella inspiró hondo y abrió su puerta.
Personalmente, prefería arrancarse las uñas una a una, que tener que
enfrentarse a la celosa pelirroja.
Los cuatro entraron en el pequeño edificio y Rosalie
levantó la mirada de donde estaba sentada, detrás del escritorio. Irguió una
ceja interrogativamente, mientras que Emmet se le acercaba.
Bella dudó, y Edward deslizó el brazo alrededor del
cuello, dejando la mano oscilando por su hombro.
Rosalie se puso de pie, echando una mirada cautelosa
a Emmet y más allá, en donde Bella, Edward y Jasper se pararon.
—Emmet —lo saludo con un movimiento de cabeza—. ¿Qué
puedo hacer por ti?
—Tenemos un problema, Rosalie. Necesitamos tu ayuda.
— ¿Qué tipo de problema?
—Jacob Black —dijo Emmet con dureza—. Tenemos razón
para creer que está intentando matar a Bella.
Rosalie se apoyó en la mesa y cruzó los brazos.
— ¿Estás seguro de ello, Emmet?
—Estoy seguro. ¿Podemos contar con tu ayuda?
Miró a Bella de arriba abajo, antes de volver a
mirar a Emmet.
—Sí, lo que pueda. Sabes eso.
—Tengo que saber si lo ves —dijo Emmet—.
Inmediatamente.
— ¿Quieres qué lo detenga? —Preguntó Rosalie—
¿Quieres prestar cargos?
—No tenemos pruebas. Aún —agregó él.
— ¿Así que van a esconderse en la cabaña?
Emmet asintió.
—Por ahora. Hasta que estemos seguros de que Bella
está a salvo.
Algo que parecía como dolor, destelló en los ojos de
la mujer. Bella sintió una punzada de lastima. Era obvio que Rosalie sentía
algo por Emmet, e igualmente obvio que él no sentía lo mismo.
—Mantendré los ojos abiertos, y pediré que mis
ayudantes hagan lo mismo —dijo Rosalie—. Pero si viene, no hagan nada estúpido,
Emmet, llámame.
—Haremos lo que sea necesario para asegurarnos que Bella
está a salvo —dijo Emmet sin alterar la voz—. No haré cualquier promesa sobre
como conseguiré esto.
—Está bien así. Os verificaré cuando pase por allí.
—Gracias, Rosalie. Te agradecemos la ayuda.
Se puso el Stetson y se volvió hacia Bella y los
otros.
—Vamos a casa.
Bella miró a Rosalie una vez más, antes de seguir a
los chicos. Inconfundible antipatía brillaba en los ojos de la otra mujer, y Bella
no desvió la mirada, no estaba dispuesta a ser intimidada. Finalmente, Rosalie
bajó la mirada, y Bella salió.
—Deberíamos parar en Riley y pedirle que él también
esté preparado —dijo Jasper mientras entraban en el Land Rover.
—Buena idea —dijo Emmet—. Paro y hablo con él.
Pueden esperar aquí.
Treinta minutos más tarde, salieron de Forks,
después de parar para hablar con Riley.
Cuando llegaron finalmente a la cabaña, Bella
suspiró de alivio. Nunca estuvo tan feliz de llegar a algún lugar.
Entró con los hombres y se hundió en el sofá.
Alcanzó la colcha tirada a un lado y se la subió hasta el mentón.
— ¿Tienes frío, muñeca? —preguntó Jasper.
Ella asintió y se arrimó más en la colcha.
—Encenderé el fuego.
—Verificaré el perímetro —dijo Edward.
—Voy contigo —dijo Emmet—. Tengo que verificar los
caballos.
Bella los miró salir y se volvió hacia Jasper con
las arqueando la ceja.
— ¿Verificar el perímetro?
Jasper se rió.
—Es el modo de Edward decir que va a verificar la
propiedad, asegurándose que nada ha sido alterado y probablemente, poner unas
trampas.
— ¿Trampas? —repitió ella.
—Era del ejército, muñeca. Piensa como un soldado.
— ¿Cree qué me va a buscar aquí?
Sus ojos se suavizaron.
—No lo sé, pero si va a venir, estaremos listos —se
encaminó hacia la salida trasera- Ahora vuelvo, voy a buscar leña para el
fuego.
Se recostó contra el cojín del sofá y cerró los
ojos. Estaba en casa. Lo hizo. Le pidió el divorcio a Jacob. Las cosas se
pusieron en marcha, y todo lo que tenía que hacer ahora era esperar hasta
quedar libre. Y entonces podría comenzar una nueva vida con tres hombres; no
estaba segura si podría vivir sin ellos.
Durante las semanas siguientes, Bella se convenció
de que había tomado la decisión correcta. Se sentía feliz. Más feliz que en
toda su vida. Aunque el sexo era maravilloso, pasaban muchas noches disfrutando
de la compañía de cada uno. Aquéllos eran sus momentos favoritos del día.
Jugaban. Hablaban sobre recuerdos felices. Cualquier
reserva que Bella tuvo sobre vivir con tres hombres, desaparecía rápidamente.
Un día, después de una nevada, Bella se fue cabalgar
con los tres hermanos. Tomaron el camino que ascendía la montaña, en donde
cazaban alces cada otoño.
En la cima, Bella entendió porque a los hermanos les
gustaban tanto aquellas montañas. Recordó la declaración de Edward, de que no
existía otro lugar tan hermoso como las Rocosas. Tenía razón. Y si había otro,
ella nunca lo vio.
Su vida se cambió drásticamente. Nunca se habría
imaginado que su malcriada existencia la llevaría a una cabaña rústica en lo
alto de las Rocosas. Solo ahora se daba cuenta que falsa había sido su vida. Carecía
de realidad.
Ella flotó por la vida sin metas, sin dirección, sin
objetivo. Aquí, en los brazos de tres hombres, en vez de sentirse como si
hubiera cambiado una dependencia por otra, se sentía viva y libre. Capaz de
tomar sus propias decisiones. Animada a ser fuerte e independiente.
Sentada sobre el caballo, en lo alto del vale y miró
hacia el horizonte. Detrás de ella, sabía que Emmet, Jasper y Edward estaban
esperando, pero no la apresuraron, y ella no tenía prisa en dejar tan magnífico
paisaje.
No había explicación alguna para el cambio que
sentía florecer en su interior. Surgió y creció hasta rodearla totalmente.
Exigía libertad. Quería aceptación. Quería que ella lo admitiera.
Por la primera vez en más tiempo que podía recordar,
se sintió completamente en paz con su vida.
Emmet cambió una mirada con sus hermanos. Todos
tenían la cara llena de satisfacción. Bella había cambiado mucho, ya no era la
mujer aterrada y cautelosa que él encontró en la zanga. En su lugar había una
mujer fuerte y segura de sí misma.
Estaban extremadamente orgullosos de ella. Todos. No
podían imaginar una pareja mejor.
Ella se giró en la silla, sus ojos marrones eran
suaves y calientes.
—No creo que vi algo más hermoso —dijo ella.
Su respiración salió en una nube visible en el aire
frío. No estaba de acuerdo con ella. Había visto algo más hermoso. La miraba a
ella.
—Me muero por ver el otoño, cuando todo está en
color —agregó ella.
Él le sonrió. Sentía un ridículo entusiasmo cada vez
que la oía mencionar el futuro. Se sentía como un adolescente, enamorado por
primera vez. Sabía que sus hermanos no eran más inmunes que él.
Ella incitó a su caballo para alejarse del borde y
se acercó a él y a sus hermanos.
—Podía quedarme aquí para siempre.
Él sonrió de nuevo al escucharla usar el para
siempre. Se convertía en un maldito gatito. Y le gustaba. Que Dios se
apiade de él.
—Te quedarás aquí para siempre —señaló él—. Podemos
volver tan a menudo como quieras.
Ella le sonrió dulcemente, la emoción brillaba en
sus ojos.
— ¿Qué dices si regresamos? —Dijo Jasper—. Prepararé
chocolate caliente, y podemos jugar Monopoly. Quiero revancha por la última
vez, en la que Bella me derroto.
La risa de Bella hizo eco por la montaña. Blancas
ráfagas empezaron a bajar en la deriva, y los ojos de Bella de gozo.
— ¡Más nieve!
Todos le sonriendo indulgentemente y volvieron los
caballos en la dirección de la casa. Mientras bajaban, la nieve empezó a caer
más fuerte. Aumentaría varias pulgadas más hasta que cesara. Añadidas a los
seis que había, tendrían una buena descarga antes de que la noche se acabara.
omg siento como que algo malo va a pasar espero que no lo bueno es que no tengo que esperar para leer el siguiente capitulo :D
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